El energosoma es el cuerpo energético, un envoltorio vibratorio, energético, luminoso, vaporoso y provisional que coexiste estructuralmente con el cuerpo físico. En estado de vigilia los diferentes cuerpos coexisten en armonía y ocupan el mismo espacio, aunque cada uno en su propia frecuencia vibratoria.

Las experiencias fuera del cuerpo se producen debido a que esa conexión energética que existe con el cuerpo físico se flexibiliza durante la relajación física o el sueño. Esa flexibilidad energética produce una disociación o descoincidencia de los vehículos que permite que sea posible dejar el cuerpo físico y actuar temporalmente a través del psicosoma.

Miguel Cirera, Evolución de la inteligencia parapsíquica

Yo busco escribir desde esa disociación, y este sitio surgió de la necesidad de esbozar líneas, rutas y atajos en el más puro sentido del croquis mental para plantear -a través de notas, reflexiones y diversos asuntos relacionados con procesos creativos- qué rumbos atraviesa mi labor escritural.

Aquí hay textos que lindan entre la crónica, la transcripción onírica y el testimonio de alguna experiencia que, sin más, me movió al asombro y transformé en lenguaje; mi lenguaje, lo que sea que ello signifique: acaso otra forma de silencio, otra forma de palabra azarosa.

      [La creencia en una joroba interior, en una protuberancia ingénita

-que crece desde que comienza a crecer el espíritu-

me ocasiona, de tiempo en tiempo,

esta clase de meditaciones

en las que me comparo naturalmente con un camello.

Además de que la idea del desierto

vivifica su sentido terrestre.

Destino.

Carlos Edmundo de Ory, Diarios]